Nuestra presencia en Internet marca una
relación bidireccional en las comunicaciones docente<=>docente y
docente<=>discente. Y es esta bidireccionalidad lo novedoso y deseable
pedagógicamente hablando, sobre todo de cara al alumno. Es decir,
que si nos limitamos a utilizar la PDI como si fuera un libro de
texto, pero sin feed-back, quizá sería una mejora pero no marcaría
de por sí un cambio real en la concepción del proceso de enseñanza
aprendizaje y caeríamos en el riesgo del presagio de McLuhan de "el
medio es el mensaje".
[docente<=>docente] Internet facilita la comunicación con otros docentes, así como el poder compartir recursos y técnicas. Facebook nos permite estar en contactos con otros compañeros, y las suscripciones Twitter o Pinterest nos sirven para seguir cuentas e intereses y conocer nuevos recursos que podremos utilizar en nuestra aula.
[docente<=>discente] De cara a nuestros alumnos, la red
supone una herramienta con la que el alumno se siente identificado.
Quizá el blog sea la canalización 2.0 más eficaz en el aula, pues
es en el entorno perfecto para presentar de manera organizada todos
los recursos. En un espacio unificado podemos establecer un aula
virtual donde el alumnado puede entrar en cualquier momento. Dependiendo de la etapa educativa, Twitter podría ser una buena opción. A pesar de su popularidad, no utilizaremos Facebook por estar bloqueado su acceso dentro de los centros educativos.
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