martes, 24 de mayo de 2016

La comunicación en los centro educativos

La comunicación es imprescindible y sin ella es imposible establecer un proceso donde convivan diferentes entidades. aunque parezca un obviedad, no siempre somos conscientes de su importancia ni de su alcance. Sin ir más lejos, el hecho de que estemos vivos-cualquier ser vivo- supone un complejo acto de comunicación entre diferentes tejidos y sistemas.  Y dentro de un organismo vivo, sin comunicación entre sus partes, no tardarán en aparecer problemas (desde un sencillo trastorno del lenguaje hasta una tetraplejia). A partir de aquí, podríamos analizar los actos de comunicación que rigen y conforman cualquier constructo social, desde los más simples a los más complejos. 

El mero hecho de que estemos concluyendo este curso on-line, supone un intercambio de comunicación a través de una tecnología nueva - no hemos acudido a las aulas del CPR, no hemos utilizado la pizarra, las transparencias ni el power point a través de un proyector-. En una institución consolidada como es la escuela, de manera espontánea u organizada, la comunicación es muy importante y sus flujos densos y constantes. El hecho de controlar esta comunicación puede ayudarnos a gestionar el entorno en el que desarrollamos nuestra labor docente. 

Por lo tanto, aceptamos la necesidad imperiosa de establecer un plan de comunicación lo más completo posible. Cada uno desde su posición, ya que las  jerarquías condicionarán el alcance del mismo. Un plan de comunicación global e institucional debería estar controlado cuando menos por el equipo directivo. 

Como docentes, nuestros canales de comunicación fluyen entre iguales y desde el aula a las familias o el alumnado. La comunicación interna suele desarrollarse cara a cara en el cotidiano, de manera informal o a través de diferentes reuniones (Claustros, CCPs, Reuniones de tutores, reuniones de ciclo...) La comunicación con padres y alumnado puede seguir la vía estrictamente institucional, a través de la agenda o notas informativas si nos ceñimos al modelo tradicional o a través de plataformas telemáticas como Rayuela. Además de la vía institucional, dependiendo del entorno en el que nos encontremos, podremos recurrir al uso de hashtags concretos en Twitter o a la creación de un blog de clase que recoja el material de estudio de nuestros alumnos así como la evolución y desarrollo de la materia impartida. La ventaja de estas líneas de comunicación son su sencillez, su universalidad, su inmediatez a la vez que asincronía.

Pero un plan de comunicación es un tema muy serio. No puede ser improvisado. Y debe estar perfectamente coordinado y jerarquizado. Las empresas gastan mucho dinero en ésto, pero la administración cree que puede brotar espontáneamente. Se debería partir de punto de cohesión en el centro: Un Twitter y un Facebook institucional y una página web sólida, clara y vistosa, y las webs basadas en Moodle que utilizamos, no lo son. A partir de este plan de comunicación institucional se deberían integrar a todos los emisores (es decir, que todo el claustro utilice la misma herramienta) De otra manera, un  familia con dos o más hijos en diferentes niveles podría encontrar tantas dificultades que no utilizaría estos canales de comunicación, estaríamos haciendo trabajo en vano y duplicando esfuerzos, pues esas mismas información emitida de manera telemática tendríamos que repetirla en canales analógicos a las familias que no se hubieran integrado al mismo. Y estarían en su derecho de no hacerlo. Y luego está el tema del bloqueo de Facebook y Twitter  

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